El trastorno del espectro autista (TEA) se caracteriza por dificultades en la comunicación verbal y no verbal, la cognición social y en la presencia de patrones de comportamiento repetitivos o restrictivos.
La clasificación de trastorno del espectro autista (TEA), se emplea para describir la diversidad de características y niveles de funcionamiento presentes en las personas con autismo. El espectro autista abarca desde formas leves hasta formas más severas, lo que significa que las personas pueden experimentar una amplia variedad de síntomas y presentar diferentes niveles de habilidades y discapacidades. Algunas personas que se encuentran en el espectro autista tienen dificultades significativas en el habla y en la comunicación verbal y no verbal, así como en la interacción social, mientras que otros pueden tener habilidades lingüísticas y cognitivas altas, pero aún experimentan desafíos en las interacciones sociales. Es importante destacar que cada persona en el espectro autista es única y presenta una combinación única de características y fortalezas. El enfoque actual se centra en reconocer y apoyar las necesidades individuales de cada persona en el espectro autista, para promover su inclusión y calidad de vida.
Se diferencian 5 grandes tipos de autismo, por lo que las personas que lo padecen pueden situarse en cualquier punto del espectro:
Autismo.
Síndrome de Rett.
Síndrome de Asperger.
Trastorno desintegrado infantil o síndrome de Heller.
Trastorno generalizado del desarrollo no especificado.
Muchas gracias Andrea Santana por tu aporte y me gustaría dar unas aclaraciones frente a tu contribución.
Cuando tu hablas del síndrome de Rett como un tipo de autismo, debemos comprender que existen diferencias significativas entre un trastorno y un síndrome, cuando hablamos de síndromes generalmente están asociados a la mutación de un cromosoma, por ejemplo el síndrome de Rett, se asocia a la mutación del cromosoma X en MeCP2, por lo cual afecta más a niñas que niños. mientras que el trastorno del espectro autista se asocia a anormalidades en el córtex prefrontal y sus conexiones con otras estructuras del cerebro como los ganglios basales, núcleo estriado y cerebelo.
Es importante aclarar que los pacientes con síndrome de Rett generalmente tienen un desarrollo normal durante los primeros seis a dieciocho meses de vida. Los síntomas varían de leves a graves y pueden abarcar: Cambio en el desarrollo, hipersalivación, disminución del tono muscular en miembros superiores e inferiores, movimientos involuntarios en la línea media, microcefalia, esclerosis, alteraciones de la marcha, epilepsia y rasgos clínicos asociados a TEA.
Una de las grandes diferencias es a nivel físico, donde en el síndrome de Rett se evidencia una clara afectación muscular, mientras que en el TEA no, sin embargo, no olvidemos que el TEA puede ser una comorbilidad con el síndrome de Rett, entiendo esto, efectivamente en algunos casos tiende a ser confundido en su diagnóstico con parálisis cerebral o Trastorno del espectro autista (TEA), por lo cual es importante una adecuada evaluación neuropsicológica para con esto direccionar adecuadamente su tratamiento.
Frente a Trastorno desintegrado infantil o síndrome de Heller y Trastorno generalizado del desarrollo no especificado, ampliaré información en otros Blog